viernes, 11 de enero de 2008

KUCKY ALEJANDRA

Abrí mis ojos pero mis membranas se demoraron en moverse…
La luz hizo mis pupilas cerraren y pude poco a poco distinguir mis dueñas entrando en la habitación.
Me estiré por un momento y bostecé mostrando mis colmillos con toda la intención de volver a dormir pero las tres humanas no me pueden ver tranquila que luego me acarician, me toman, me masajean el pelo que me hacen desistir de mi eterna siesta…
Me entrego por un momento al regaloneo pero son tres contra uno y de a poco les hago ver que quiero liberarme presionando mis garras mas profundamente sobre su piel. A veces me dejan ir pero hay veces que están carentes y me aprietan para que no huya de sus ímpetus cariñosos hablándome palabras que no logro entender…A veces son amables con voz tierna que no puedo resistir y entonces sigo acostada disfrutando mi vida de mascota. Pero la mayoría de las veces gano yo y escapo al suelo para lamer mi pelo negro desarreglado por sus dedos revoltosos.
Y de esta vez gané yo.
Corro para la puerta y en la alfombra del pasillo descargo mi neura arañándola fuertemente. Después tengo que lamer mi pata delantera derecha porque quedó enganchada en una fibra y me lastimó el tendón.
Como si nada bajo las escaleras con ganas de jugar pero las humanas se quedaron escuchando música en la habitación en que yo estaba y no pueden ver ni oírme. Menos mal que dejaron la ventana del patio abierta para que yo pueda ir a comer un poco más.
Desde que me operaron ando con tanto apetito que como el doble de antes. Por lo menos mis intestinos funcionan mejor porque aquellas diarreas antiguas de cuando amamantaba mis camadas casi me llevaron las 7 vidas.
La única lata de esta mi vida de consentida es tener que compartir el patio que ese abominable y tonto perro pastor alemán, un mestizo con la pata trasera derecha delicada por el distemper.
Él cree que soy un perro chico e insiste en querer jugar conmigo, además cree que entiendo lo que él me habla.
No hay nada más patético… Le he rasguñado tantas veces que si fuera yo nunca más viviría siquiera en la misma casa. Pero él no entiende y siempre está hociconeando cerca mio y yo sigo mostrando toda mi furia para que él desista. . Al fin, yo soy la dueña de casa.
Todavía queda comida en mi pote pero el agua es añeja de la mañana. A mí me gusta agua de la llave, recién abierta, pero decido tomar esa misma porque sino tendría que subir nuevamente las escaleras mauiar seguidamente frente a la puerta del baño para que mis dueñas entendieran que yo quiero agua de la llave y eso es poco probable y requiere tiempo, cosa que no tengo frente a ese sueño inmenso que me domina.
Mejor subo por la lavadora, la muralla y al techo para arrinconarme sobre el mueble largo del patio de la vecina que me proporciona un nido calentito por la cercanía de la techumbre.
Desde ahí tengo una amplia vista de todo mi patio y del de la vecina además de todos los techos. Puedo ver el perro desesperado de la vecina que lo único que quiere en la vida es darme un mordisco por utilizar su muralla.
Hobbye, el perro de mi dueño, el de la pata mala, por lo menos quiere solo jugar conmigo, pero no lo soporto.
Después de una nueva siesta, subo por el techo directamente a la ventana de una de las niñas y si está abierta aprovecho entrar- pero si no- tengo que subir en el parapeto para que me vean desde adentro o me oigan llamar.
A veces no están y tengo que dar toda la vuelta para entrar por la ventana de abajo, pasando por el Hobbye.
Ahora que hace calor él siempre está acostado frente a la ventana porque da la sombra. Tengo que demostrar toda mi valentía con dientes, gruñidos y pelo erizado para poder pasar sin que él se me acerque.
Agota.
Una vez adentro no sé bien qué hacer. Me encanta subir la escalera y jugar: agarrarla de abajo o de arriba haciendo peripecias en el aire. Después corro como si alguien me pillara. A veces mis dueñas enganchan y juegan conmigo. Sin querer a veces las rasguño. Generalmente terminan tomándome en brazo y regaloneándome más que antes.
A veces no estoy de humor.

No hay comentarios: